Este 26 de abril de 2017, Transparencia por Colombia publicó el Índice de Transparencia 2015-2016. Se trata de una medición periódica que hace parte del control social que esta organización realiza a lo largo del país, y es el resultado de la evaluación que hace en materia de transparencia y acceso a la información pública de las entidades nacionales y regionales. En esta ocasión se evaluó el desempeño de las entidades entre enero de 2015 y abril de 2016.
El índice presenta un indicador ponderado, que surge de la evaluación de 3 criterios referidos a la transparencia: visibilidad, institucionalidad, y control y sanción. De allí, dependiendo de los resultados, se categoriza a cada una de las entidades en 4 niveles de riesgo de corrupción: moderado, medio, alto y muy alto.
Para la Corporación Cívica de Caldas (CCC), la evaluación de la Gobernación de Caldas y de la Alcaldía de Manizales arroja una evaluación preocupante en el criterio de control y sanción de la transparencia, pues se nota un debilitamiento en comparación con la última medición de 2013-2014.
Es una medición que no debe pasar por alto, pues quiere decir que las dos entidades han perdido terreno en un ítem que justamente agrupa la gestión en los sistemas de PQRS, en rendición de cuentas, en espacios de control social de organizaciones civiles, en control institucional y control interno. En la medición de 2013-2014, dentro de este criterio, la Gobernación contaba con una evaluación de 84,4, mientras que en la medición de 2015-2016 bajó a 75,3. Por su parte, la Alcaldía en este criterio obtuvo un 70,9 en la medición anterior y un 66,7 en la que se acaba de presentar.
Para la CCC, la transparencia pública no es posible sin espacios de seguimiento y evaluación que controlen y sancionen la forma como se está gestionando la información del poder político regional. Estas herramientas son las que garantizan el mejoramiento continuo y la detección oportuna de gestiones deficientes.
La Gobernación bajó y ahora presenta un riesgo de corrupción medio.
El caso de la Gobernación de Caldas parece el más preocupante. Mientras que en el índice 2013-2014 fue considerado como una entidad con riesgo de corrupción moderado, con un índice ponderado de 75,7 (el tercero mejor entre los departamentos), en el actual bajó a un riesgo medio, con un indicador de 70,3 (el noveno mejor).
La CCC destaca que, además del debilitamiento en el criterio de control y sanción, también hubo una reducción en el desempeño de la institucionalidad para la transparencia. Es decir que hubo un declive en las políticas y medidas anticorrupción, en la gestión de la planeación, en las políticas de ética y comportamiento, en la gestión de la contratación, los bienes, los servicios y el talento humano. Se trata de una desmejoría que compromete los lineamientos internos de prevención de la corrupción y de los manuales que deben guiar la función administrativa de los empleados públicos que la conforman.
La Alcaldía se mantiene en riesgo de corrupción medio por descuido en control y sanción.
Por su parte, la Alcaldía de Manizales se mantuvo en riesgo de corrupción medio, aunque mejoró su indicador ponderado: pasó de 65,6 en la medición 2013-2014 (el octavo mejor entre las ciudades capitales) a 71,7 en esta última medición de 2015-2016 (el sexto mejor).
Para la CCC, el hecho de haber descuidado el criterio de control y sanción impidió que el indicador ponderado fuera mucho mejor y que se pudiera llegar a un nivel de riesgo moderado frente a la corrupción. Es indispensable que la administración municipal cumpla con su meta de transparencia, plasmada en el actual Plan de Desarrollo, pero no solo desde el punto de vista numérico de la medición sino desde la eficacia misma de los espacios de rendición de cuentas y de participación ciudadana.
Fortalecimiento de la visibilidad y publicidad
La CCC hace un reconocimiento a las dos entidades por presentar un mejoramiento en el criterio de visibilidad, es decir en la gestión de la publicación y divulgación de su información sobre sus procesos, trámites y servicios. La revelación de los documentos públicos permite un mejor control social e institucional de la gestión pública, pero además fortalece la democracia de la región en la medida en que garantiza que los ciudadanos se mantengan bien informados sobre la gestión de los gobiernos locales y de los funcionarios.
Aún así, es necesario detectar aquellas áreas en las que falta mejorar y generar compromisos permanentes frente a la publicación proactiva de documentos públicos, es decir, la publicación que las entidades hacen por iniciativa propia, de acuerdo a los requisitos de ley. Esto con el fin de alcanzar los más altas estándares de transparencia y de acceso a la información pública.
Se invita a la Gobernación y a la Alcaldía de Manizales a que continúen aprovechando y explorando los instrumentos normativos sobre la materia, que sin duda son los que han permitido fortalecer la gestión de la transparencia y el acceso a la información.