Durante la última semana, la Corporación Cívica de Caldas y la Corporación Manizales en Común han venido reuniendo información sobre posibles sobrecostos en la adquisición en las nuevas tarjetas del cable aéreo, sobre una presunta violación a la propiedad industrial y a los derechos de autor por la compra de las mismas, y sobre una contratación deficiente en el mantenimiento del software de recaudo de este sistema de transporte.